¡Buenos días!
Ups, siempre empiezo igual, debería de empezar a currarme una entrada con más gancho, ¿no? Pues, para empezar el día con un poco de alegría, y mucha energia, os traigo una receta, y además, muy sana. ¿Recordáis las tortitas saludables que os puse la ultima vez? Sin harina, sin mantequilla, sin azúcar, y aún así buenísimas. Pues con estas galletas, pasa igual. ¿Queréis saber más?
Como os había dicho, se trata de unas galletas saludables (no, en serio... cada vez que tido saludables, me las imagino con bracitos saludando con una gran sonrisa!! Jijijijij), puesto que ni azucar, ni mantequilla, ni aceite, ni harina... ¡na de na! Y aún así, deliciosas.
La avena mejora la digestión, es muy saciante y además es depurativa, y la canela, además de dar un regustillo la mar de rico, facilita el buen funcionamiento del sistema digestivo, y puede llegar a disminuir un poquito hasta el colesterol, y genial contra resfriados, gripes y demás enfermedades del estilo. (Ojo que no me lo invento, que lo he leido por ahí!)
Los ingredientes:
5 cucharadas soperas de salvado de avena
1 cucharada sopera de maicena
1 huevo
Edulcorante líquido (esto ya es al gusto de cada uno, yo le echo 3 soperas)
1 cucharadita de canela (o al gusto de cada uno)
1 cucharada sopera leche (bueno, esta cantidad es según veamos la consistencia de la masa)
La masa, una vez preparada, no siempre me queda de la misma consistencia. Unas veces más blandita, y otras veces muy poco manejable.
En un cuenco, mezclas la avena, la maicena, y la canela. Por otro lado, el huevo, y el edulcorante. Vas añadiendo poco a poco, cucharada a cucharada la mezcla de avena al huevo. Una vez que esté todo mezclado, posiblemente tengas un cuenco con masa parecida a hormigón armado... Bueno, es el momento de echar una cucharada de leche, para ayudarte un poco a que sea más manejable.
Una vez todo mezclado, puedes reservar en la nevera, y luego ir hacienco bolitas, o la forma que quieras, y a la bandeja, y...¡Al horno!
Hay que recordar, que estas no son galletas normales y convencionales, así que no es aconsejable que te pegues el atracón de tu vida con ellas (por buenas que estén, que lo están). Un par de ellas con el desayuno, o la merienda, y ya estarás con la pancita llena para todo el día. Eso es cierto, llenan un poco. En mi casa dicen que es como comer alfalfa, bleeeeeh, ¿qué sabrán ellos? A mi me gusta mucho hacerlas de vez en cuando, y darme un caprichito dulce sin remordimientos :)
¡Parecen pastitas de té! ¿verdad? Están para envolver en papel de seda y meter en una de esas cajas de confitería, listas para regalar, y lo mejor de todo... ¡¡Son sanas!!
A algunas les eché un poco de chocolate (Valor, 0% matería grasa, 0% azúcares añadidos). Por aquello de darles su gracia, y un poco más de saborcito.
Y a otras, además, les eché un poco de nuez picada por encima, antes de que el chocolate se enfriase. Para darles un toque diferente. ¡Y más sabroso!
¡Espero que os haya gustado la receta de hoy! ¿Alguna vez habéis hecho este tipo de galletas? Si las hacéis, ya me diréis si os han gustan :)
he provado a hacer cosas de avena, hice un bizcocho, pero no gusto nada... probare con esto que es mas pequeño y a lo mejor les engaño...jjj... buena pinta tienen...saludines
ResponderEliminarTengo que probar a hacer estas galletitas saludables :)
ResponderEliminarTienen muy buena pinta.
con platano y avena, sin nada más también están de muerte! Ñam!
ResponderEliminarApuntada tengo ya la receta!
ResponderEliminarTengo que ir en busca de avena y las hago, porque tienen una pintaza increible!!!!
Besos!